Este día lo dedicamos a recorrer tranquilamente la ciudad y disfrutar de sus paisajes y colores.
Estas son las cercanías del hotel, desde donde empezamos el paseo.
En Praga hay unos 12 puentes sobre el río Moldava. Este es utilizado para el tren.


Aunque encontramos mejor clima del que esperábamos, había que ir bien abrigado.

Una imagen del Castillo de Praga visto desde un puente sobre el río Moldava.

El Río y sus puentes, son una de las señas características de Praga y le impregnan un aire romántico.


Islotes en el Río Moldava, accesibles desde uno de los puentes.


Llegamos a la ciudad nueva, más concretamente a la Plaza de Wenceslao, que es el centro cultural y comercial de la ciudad. Toma su nombre de San Wenceslao, santo patrono de Bohemia.
Esta plaza fue el escenario principal de la "Primavera de Praga", que fue un intento de liberación política de Checoslovaquia durante la guerra fría, en 1.968, que finalmente fue neutralizado con la invasión del país por parte de soldados y tanques del ejército soviético.

Aquí se encuentra el Museo Nacional de Praga, con su monumental edificio, que data del 1.818 y que fue dañado por los tiros de los tanques rusos durante la "primavera de Praga".


El Bulevar tienes 628 metros de largo.

Antiguo edificio de radio de Praga.

Edificio de la Ópera de Praga.

Museo Nacional.

El comunismo murió hace tiempo!!

Estatua de San Wenceslao.

Estatua de San Wenceslao con el Museo Nacional de Praga detrás.

El amplio Bulevar de la Plaza de San Wenceslao. Una de las arterias de la ciudad.

Antiguo tranvía reconvertido en cafetería.

Típico puesto de comida rápida en Praga.


Más tarde nos dirigimos a la ciudad vieja (Staré Mêsto)

Esta es la puerta de entrada a la ciudad vieja.
Este es el destino preferido por los turistas que visitan Praga.

La torre del reloj.


En el centro de la Plaza se encuentra el monumento a Juan Hus, precursor de la Reforma Protestante.

Torres de la Iglesia de Nuestra Señora del Týn.


El Palacio Golz-Kinsky, considerado el palacio rococó más bonito de Praga. A finales del siglo XIX, en el palacio había una escuela de secundaria alemana, y en ella estudió Franz Kafka entre 1.893 y 1.901. Su padre tenía una mercería en la planta baja.
Hoy día, el edificio es una dependencia de la Galería Nacional de Praga.


Cada rincón de la Plaza Vieja es digno de ser admirado.

Escultura en homenaje a Franz Kafka, en el barrio judío Josefov. Según el escultor, la metáfora de la figura busca iluminar la separación espiritual que subyace en las obras de Kafka. Está inspirada en la obra "Descripción de un combate", que narra la historia de hombre que pasea por Praga a hombros de otro.
La estatua está esculpida en bronce, mide 3,75 metros y pesa 800 kilos.

Un café pragués.


Esa tarde aprovechamos para hacer algunas compras.

Fuimos a visitar el museo del comunismo de Praga.

El Museo del Comunismo de Praga narra los años de régimen comunista de la actual República Checa, desde la implantación del modelo político en 1948 hasta la caída de éste en
1989, en la Revolución del Terciopelo.

El Monumento a Stalin era una enorme estatua de granito en homenaje a José Stalin que se inauguró en 1955, tras más de cinco años y medio de obras en Praga
(Checoslovaquia entonces, hoy República Checa). El monumento era la mayor representación de Stalin en todo el mundo y fue destruido en 1962.
Tenía 15,5 metros de altura y 22 metros de longitud.
El pedestal de hormigón sobre el que se ubicaba, puede verse aún hoy día en el parque Letná.

El escultor, tras recibir cartas amenazantes de ciudadanos checos, y bajo la presión del gobierno y de la policía secreta, se suicidó 3 semanas después de la inauguración.
El proceso de desestelanización de la Unión Soviética, fue haciendo que el monumento fuese un elemento avergonzante para el Partido Comunista de Checoslovaquia, por lo que fue destruido en 1.966 con 800 kilos de explosivos.

Recreación de una escuela durante el comunismo.

A lo largo de seis secciones (los orígenes, el sueño, la realidad, la pesadilla, los personajes históricos y la Revolución del Terciopelo), el museo toca todos los aspectos del comunismo
en Praga, desde la vida diaria hasta la propaganda y la censura.


Se recogen fotografías de la historia del pais, como esta de La primavera de Praga.



Hay objetos y uniformas de la época comunista.

Una réplica del muro de Berlín.


Después de cenar cogimos el metro para ir al hotel, donde descansamos de una intensa jornada.
Me impresinó muchísimo el museo comunista, lo bien que represanta aquella época y régimen.
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