martes, 15 de marzo de 2011

Día 4: Centro histórico

9 de febrero de 2.007

Hoy nos tocaba recorrer el casco antiguo de Praga, y para la tarde-noche, teníamos entradas para la ópera de Praga. Nos levantamos sin prisa y utilizamos las piernas como medio de transporte hasta el centro de la ciudad. Nos llamó la atención el Bar Catalunya.

Fuimos paseando por el margen izquierdo del río Moldava hasta llegar al famoso puente Carlos, por el que cruzaríamos. El puente está decorado por 30 estatuas de santos situadas a ambos lados del mismo, la mayor parte de las cuales son de estilo barroco y fueron construidas alrededor del 1700.

El Puente de Carlos (en checo Karlův most) es el más viejo de Praga, y atraviesa el río Moldava de la Ciudad Vieja a la Ciudad Pequeña. Es el segundo puente más antiguo de la República Checa.
Para sostener económicamente la construcción del puente, se cobraban peajes, tarea que inicialmente estuvo a cargo de la orden religiosa de los Caballeros de la Cruz con Estrella Roja, y luego de la municipalidad de la Ciudad Vieja (hasta 1815).

Su construcción comenzó en 1357 por orden del Rey Carlos IV, y fue finalizado a principios del siglo XV. En esa época erala única forma de atravesar el río, por lo que el puente se transformó en la vía de comunicación más importante entre la Ciudad Vieja, el Castillo de Praga y las zonas adyacentes hasta 1841.

Originalmente, esta vía de comunicación fue llamada el Puente de Piedra (Kamenný most) y el Puente de Praga (Pražský most), pero lleva su denominación actual desde 1870.
El puente tiene una longitud de 516 metros, y su ancho es de casi 10 metros, al tiempo que se encuentra apoyado en 16 arcos. Está protegido por 3 torres distribuidas entre sus dos
cabeceras, dos de ellas en Malá Strana y la restante en el extremo ubicado en la Ciudad Vieja.
Esta es la estatua dedicada a San Juan Nepomuceno, santo patrón de Bohemia.

Según la leyenda, el santo era el confesor de la reina de Bohemia y se negó a romper el secreto de confesión ante el rey, por lo que éste decidió castigarle arrojándole por el puente Carlos, convirtiéndose en el primer santo que recibió martirio por guardar el secreto de confesión.

Esta leyenda está representada en la base de la escultura en una placa de bronce. Es tradición tocar esta placa de bronce, lo que hace que se mantenga tan limpia y pulida.

Representación del momento en el que la reina se confiesa con el santo.

Representación del momento en el que el santo es arrojado por el puente.

Imagen del Castillo de Praga desde el Puente de Carlos.

La torre localizada en la cabecera de la Ciudad Vieja es considerada por muchos como uno de las construcciones más impresionantes de la arquitectura gótica en el mundo.

Imagen del río Moldava desde el puente de Carlos.

Estatua del crucifijo. A partir del año 1.965, todas las estatuas fueron reemplazadas por réplicas. Las originales se exhiben en el Museo Nacional.

La torre del puente de la ciudad vieja sobre el puente Carlos, era una grandiosa puerta triunfal en el recorrido del Camino Real que seguían los reyes durante la coronación y que culminaba en el Catillo de Praga. Tiene 47 metros de altura y está abierta al público.


Vídeo del puente Carlos.




Pasado el Puente de Carlos, llegamos a la Plaza Vieja, y una de las primeras cosas que llama la atención, es el reloj astronómico situado en la pared del ayuntamiento, que data del siglo XV.
Esta pieza de ingeniería medieval está compuesta por una esfera superior (signos del zodíaco) y una esfera inferior (reloj calendario).

Cada vez que el reloj marca las horas, asoma primero la figura de La Muerte en forma de esqueleto que aparece a la derecha de la esfera superior: ésta tira la cuerda que sostiene en
la mano derecha. En la mano izquierda tiene un reloj de arena que levanta e invierte. Entonces se abren dos ventanas y aparecen las imágenes de los apóstoles en cabezadas por San Pedro, con una llave dorada en la mano, y al final San Pablo con una espada y una pluma. Un gallo canta y el reloj marca la hora. Las otras figuras animadas son El Turco, símbolo de la lujuria, que sacude la cabeza de lado a lado; La Vanidad, que se mira en un espejo, y La Avaricia, representada por un
"mercader de Venecia"
Tiene una esfera astronómica, que indica la posición y el movimiento de los cuerpos celestes con relación a Praga. Es también el único del mundo capaz de medir la hora babilónica, importante
para la magia y la alquimia. El día babilónico abarca el período de tiempo que va de la salida a la puesta del Sol.

El calendario fue añadido al reloj en 1870. Los doce medallones representan los doce meses del año. Son obra del pintor checo Josef Mánes. Las cuatro esculturas laterales son, un
filósofo, un ángel, un astrónomo y un cronista.


Vídeo del reloj dando hora en punto.


Iglesia de Nuestra Señora, de 1.256.

Iglesia de San Nicolás.

Monumento a Juan Hus, teólogo y filósofo, considerado un precursor de la Reforma Protestante.

Nos subimos a la torre del ayuntamiento para contemplar las vistas desde allí.

Lo primero que llama la atención es el color rojizo del tejado de las casitas.

Desde aquí se admira toda la ciudad.

Castillo de Praga desde la torre del ayuntamiento.

Monumento a Juan Hus desde arriba.

De nuevo la Iglesia de San Nicolás.




Uno de los sucesos más sangrientos de esta plaza ocurrió el 21 de junio de 1621, cuando fueron ejecutados los líderes protestantes que se rebelaron contra el emperador Matías después de la
Batalla de la Montaña Blanca. El tristemente famoso verdugo Jan Mydlář decapitó 24 hombres en 4 horas... Otros tres fueron colgados.
Actualmente hay 27 cruces blancas enelpavimento, frente al Ayuntamiento, que recuerdan aquella tragedia sin precedentes, por la cantidad de muertes y porque los ejecutados no
eran hombres comunes sino nobles y burgueses. La leyenda dice que sus fantasmas deambulan por la plaza cada 21 de junio.

Iglesia de Nuestra señora desde lo alto del ayuntamiento.

Vídeo desde lo alto de la torre.




Ascensor que sube a la torre.


Después fuimos a ver el antiguo cementerio judío de Praga. Situado en Josefov, fue durante más de 300 años el único lugar donde estaba permitido enterrar a los judíos en Praga. Este cementerio se creó en 1.439.

Debido a la falta de espacio los cuerpos se enterraban unos encima de otros (llegando a más de 10 apilados). A día de hoy se pueden ver más de 12.000 lápidas y se estima que puede haber enterradas unas 100.000 personas.


Vídeo del cementerio judío.


Vista de la Sinagoga junto al viejo cementerio.


A primera hora de la tarde, nos dirigimos al hotel para cambiarnos de ropa, ya que esa noche nos íbamos a la ópera.
Para ir a la ópera, utilizamos el metro.

El edificio de la ópera de Praga, es un edificio muy bonito y lujoso por dentro. Aquí pudimos ver La Traviatta de Verdi.

La ópera era en italiano, y había una especie de pantalla que ponía los subtítulos en checo.

Antes de la función, nos invitaron a una copita de Cava.

El teatro se fue llenando poco a poco. La mayoria de la gente eran turistas, y mucho españoles entre ellos.





Después del espectáculo, fuimos a cenar al restaurante de la misma ópera, un lugar muy elegante. Como curiosidad, decir que mientras estábamos cenado, entraron a cenar a nuestro mismo restaurante, los protagonistas de la ópera que acabábamos de ver.

La cena fue muy barata si lo comparamos con un lugar de similares características en España.

Tras la cena, volvimos a coger el metro para regresar al hotel.

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