viernes, 18 de marzo de 2011

Día 5: Un sábado en Praga

10 de febrero de 2.007

Este día salió el sol e hizo una temperatura muy agradable, por lo que aprovechamos para pasar un día relajado paseando y recorriendo rincones de esta preciosa ciudad.
Estos son los alrededores del hotel, con la fábrica de cerveza Staropramen.


Uno de los muchos puentes por la ciudad. Este es por el que transcurre el tren.

Imagen del Castillo de Praga.

El río Moldava, con sus característicos edificios con los tejados de colores a los lados.


Trabajadores tomando un descanso.


El buen tiempo dejó ver varias especies animales en el margen del río.




Uno de los muchos boteles de Praga (Barcos-Hotel)



Estuvimos por la parte moderna de la ciudad, donde pudimos admirar la casa danzante, un famoso edificio moderno de Praga que se integra perfectamente en el paisaje junto a los edificios antiguos.


Por su particular forma que recuerda a una pareja de bailarines, también es conocido como "Ginger y Fred".

El teatro nacional de Praga.








El instituto Goethe de Praga.

A la ribera del río se puede disfrutar de una gran riqueza arquitectónica.





En la plaza vieja, junto a la torre del reloj, cada hora en punto se acumulan los turistas para ver en funcionamiento el reloj.





En la planta baja de este edificio se encuentra una antigua librería que en su día perteneció al padre de Franz Kafka. 100 años después, se venden en ella los libros de su hijo.



En este edificio, vivió Kafka con su familia durante una época de su vida.

En la parte de arriba de la imagen, se puede apreciar el pedestal de hormigón sobre el que se encontraba la estatua de Stalin entre 1.955 y 1.962.



Escultura de Chromy.






Al caer la noche, entramos a cenar en un restaurante medieval del centro.






Regreso al hotel en tranvía.

Y para terminar el día, unas cervecitas en el bar de la fábrica Staropramen, junto al hotel.



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