11 de febrero de 2.007
Este era nuestro último día completo en Praga y volvimos a disfrutar de una agradable temperatura. Empezamos con un nutritivo desayuno en el hotel.

Estuvimos paseando por el parque Petrin, que se encuentra en una colina al sus del barrio de Malá Strana.

Aquí se encuentra el monumento a las víctimas del comunismo, que rinde homenaje a quienes cayeron durante el comunismo.

Muestra un conjunto de 7 estatuas que representas diferentes fases en la destrucción del hombre.
Después cogimos el funicular para subir a lo alto de la colina.

Esta es la entrada al laberinto de espejos, que se encuentra también en la colina de Petrin.
Originalmente, éste fue uno de los pabellones con el que en 1891 se presentó en la Exposición Nacional de Praga el Club de Turistas Checos, organización que entonces
gozaba de gran prestigio en el país. La forma del pabellón era una réplica de la antigua puerta de entrada a otro legendario monte de Praga, al monte Vysehrad.



Teatro Nacional visto desde uno de los islotes que hay en el río Moldava.